lunes, 4 de abril de 2011

POLÍTICA DE RENTAS

En Colombia se ha luchado a través de los años contra algunos efectos económicos que ocurren en nuestra sociedad a causa de la inflación y la desestabilización de los precios.

Por eso, esta política tiene como principal objetivo alcanzar un nivel estable de los precios y controlar la distribución de las rentas, teniendo en cuenta no solo aquella distribución si no también prestándole suma atención a los índices de inflación que juegan un papel muy importante en este control.

Además también tiene por objetivo evitar que la fijación de los salarios sea una fuente de inflación y no comprometa en cascada los objetivos de la política económica, al tiempo que se ocupa también de la distribución de la renta entre beneficios y salarios, tratando de relacionar de forma coherente la distribución personal y la funcional de la renta.

La política de rentas constituye aún sin duda, un instrumento de suficiente importancia y significación de entre los que hoy puede disponerse en el campo concreto de la política económica coyuntural. 

En torno a este instrumento gira una interminable polémica que trata de dilucidar sobre su conveniencia y operatividad, resultando realmente difícil ser concluyente en cualquiera de las direcciones apuntadas. Esta polémica se encamina generalmente con el intervencionismo del estado en un grado mayor o menor, la efectividad que se pueda tener con una política de rentas y el grado de insuficiencia del resto de instrumentos que hacen parte de la política económica coyuntural.

Sin embargo, no todos los análisis que se han hecho de las políticas de rentas han concluido en casos desfavorables; por el contrario se ha pensado en la dimensión de la eficacia que puede tener esta política; encontrando así las diferentes ventajas que esta puede traer y las desventajas que podría afectar este sistema.

Y por esto conociendo personalmente aquellas ventajas y desventajas doy mi opinión y percepción personal de aquellas situaciones que analizaremos a continuación en el presente Ensayo.

Encontramos las siguientes ventajas:
ü  Esta política sirve para controlar el deseo de los sindicatos del incremento salarial.
ü  Evita o limita los aumentos de precios no justificados, como en el caso de los monopolios.
ü  Dificulta las estrategias de las empresas que aumentan excesivamente salarios, proyectando ese incremento de sus costes laborales a los precios de sus productos.
ü  Alivia las expectativas inflacionarias.
ü  Es una herramienta que en el muy corto plazo suele dar resultados. 

Todas estas ventajas pienso que han de ser tan trascendentales que no correríamos con el riesgo de encontrar el efecto contrario, debido a que si estas se consolidan al momento de la practica lograríamos controlar las contrapartidas que presenta la política económica coyuntural, que ocasionan el intervencionismo estatal que en muchas ocasiones solo genera desequilibrio en la igualdad de la economía y la razón social del estado. Si hablamos de las expectativas inflacionarias, están se verían realmente controladas hasta el punto de que la estabilización de los pecios, principalmente de la canasta familiar de las clases baja y media estaría acorde con los salarios o demás tipos de rentas adquiridos y erogados por las empresas publicas y privadas.

Los resultados de la política de rentas se verían reflejados en un corto plazo debido al efecto notoria que recae sobre los principales actores como las empresas, los monopolios, sindicados y hasta el mismo estado.

Ahora si analizamos las desventajas, encontramos los problemas principales para el control de los precios, que son los siguientes:

ü  Es una herramienta de la política de rentas que ataca solamente las consecuencias de la inflación y no las causas de la misma. 
ü  Es muy fácil y poco costoso entrar en dichos controles, pero de muy difícil y onerosa salida. 
ü  Son efectivos solamente en el corto plazo; no así ni el mediano y largo plazo. Deben ser temporales y mientras dichos controles son llevados a cabo, se deben tomar las políticas económicas tradicionales necesarias para la estabilización de los precios, como ser: el aliento a la inversión privada mediante el otorgamiento de subsidios o condiciones crediticias favorables; política monetaria restrictiva y no aumento del gasto público; y las transformaciones necesarias en las políticas comerciales y cambiarias.
ü   Distorsionan los precios relativos de los bienes y servicios del mercado, generando asignaciones ineficientes y costos sociales innecesarios. El precio deja de actuar como señal de la escasez o la abundancia de los bienes y servicios. 
ü  Se hace difícil la vigilancia y el control de los precios por parte del Gobierno.
ü  Desalienta la inversión en las empresas privadas y aumenta la posibilidad de la aparición de la llamada “inflación encubierta”, es decir, disminución de la calidad de los productos y servicios. 

Entonces, podemos ver claramente que la distorsión de los precios relativos es la desventaja mas notoria y trascendental en el proceso que llevaría acabo la política de rentas, debido a que se empiezan a afectar factores económicos importantes como el aumento del gasto publico, la calidad de inversión o ahorro de las personas en concordancia con su adquisición salarial, etc.

Pero si analizamos un poco más la primera desventaja podemos deducir de esta que la política de rentas realmente serviría como una solución temporal que atacaría el problema solamente teóricamente o inicialmente, sin tener en cuenta lo que ya ha sucedido y las causas que ha ocasionado.

Para concluir cabe decir que en toda política antiinflacionaria es preciso considerar todos los restantes factores y variables que inciden en el proceso inflacionista. Por ejemplo, pienso que habría que tener mucho en cuenta la inflación importada a través del aumento de los precios de las materias primas, las fuerzas del mercado de tipo mopolistico, el encarecimiento del factor capital debido a la insuficiencia del mercado financiero, el impacto inflacionista o la incapacidad estabilizadora de un sistema fiscal regresivo, las políticas monetarias expansionistas.

Todos estos aspectos son muy influyentes a la hora de ponerle una solución a este déficit fiscal y de rentas que existe en nuestro. Realmente vale la pena estudiar a fondo cada uno de ellos.
 
Por ello resulta extremadamente arriesgado pretender valorar los resultados de la política de rentas ignorando el peso específico de estos componentes de la inflación, y por ello, resultaría absurdo tratar de luchar contra ella en solitario y sin ayuda de los demás instrumentos de la política económica a nuestro alcance.